Es mejor cantar
De la Palabra de Dios: “Bendeciré al Señor en todo tiempo; mis labios siempre lo alabarán” (Salmos 34:2, NVI).
Quizá porque la música es una de esas cosas sin las cuales creo que no pudiera vivir, cada etapa importante de mi vida está asociada con una canción.
Mi esposo compuso una que cantamos en nuestra boda (¡y en muchas otras bodas!). El estribillo dice: "Vamos a compartir de la alegría de vivir, vamos a convertir en sueños el dolor, vamos a construir un hogar bien lleno de amor...del amor de Dios".
Cuando estábamos cercanos a la salida definitiva de nuestro país, un buen amigo compuso una canción titulada "Amigos" y tuve el privilegio de grabarla con el grupo donde cantaba entonces. Decía: "Somos amigos, buenos amigos, ha sido bueno contar contigo. Si cerca o lejos tú estás, mi amistad te seguirá, porque tú y yo, siempre amigos."
Hace unos años estaba yo de rodillas llorando y clamando al Señor porque mi hija estaba, una vez más, enferma con una crisis respiratoria. Y en mi corazón sentí claramente la suave voz de Dios que me decía: "Lo que tantas veces has dicho a otros, ponlo en práctica, canta". Y entre lágrimas y casi sin aire comencé a cantar aquel viejo himno, uno de mis favoritos: "¿Cómo podré estar triste?....Si el cuida de las aves, cuidará también de mí". La paz de Dios llenó aquel lugar, y llenó mi alma. Pude ponerme en pie, y aunque mi hija todavía estaba enferma, la carga sobre mis hombros ya no estaba.
Mi esposo y yo tenemos otro amigo en Cuba que cuando venían las tormentas a la vida, ya fuera a la nuestra o a la suya, siempre cantaba esta canción, un himno muy antiguo también:
Cánticos celestes en la noche tendrás,
en tu corazón, aunque en aflicción.
Fácil es cantar cuando reina la paz,
pero en el dolor es mejor cantar.
Poco a poco he ido aprendiendo esta lección: es mejor cantar. No hay nada de místico ni mágico en alabar a Dios cuando vienen los problemas, pero la Biblia enseña que "Dios habita en la alabanza de su pueblo" (Salmo 22:3).
El corazón que alaba se enfoca en el Dios que es digno de alabanza y quita los ojos de la situación que lo abruma. La Palabra nos menciona varios ejemplos donde la alabanza a Dios trajo victoria a su pueblo.
Pudiera escribir mucho más sobre el tema, pero esto es lo que quiero compartirte: es mejor cantar. No lo dejes solo para el domingo. En lugar de quejarnos, de cuestionar, y hasta de llorar... ¡prueba cantar a Dios!
(Publicado originalmente en wendybello.com)
© 2016 Wendy Bello
© 2019 Wendy Bello
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Originally published Wednesday, 26 October 2022.