Con Diseño Divino - La Semana del 25 de Febrero

Con Diseño Divino

El amor es para siempre

De la Palabra de Dios:“La profecía, el hablar en idiomas desconocidos, y el conocimiento especial se volverán inútiles. ¡Pero el amor durará para siempre!” (1 Corintios 13:8, NTV)

Me encanta cómo la Nueva Versión Internacional da comienzo al versículo 8 de 1 Corintios 13: ““El amor jamás se extingue”. Y te diré por qué.

Muchas veces, cuando escuchamos hablar del amor y de relaciones rotas, se usa la expresión “se apagó el fuego”, “la llama ya no está encendida”, y otras semejantes. Sin embargo, Dios se encarga de recordarnos en su Palabra que según su diseño, esto no es posible. Estamos de acuerdo, este capítulo se refiere básicamente al amor de Dios, el amor ágape. No obstante, creo que también concordamos en que este es el modelo que él nos ha dejado para que amemos según su plan original.

En el idioma griego, idioma del Nuevo Testamento, ese verbo, extingue, es pipto y su definición incluye todo lo siguiente, analízala con detenimiento:

descender desde un lugar más alto a otro más bajo

ser lanzado fuera de un estado de prosperidad

perecer , es decir, llegar a su fin , desaparecer,

¿Qué interesante verdad? Es decir que el amor hace todo lo contrario a eso… el amor se mantiene en un lugar alto. El amor, prospera. El amor no perece, no desaparece.

Es lamentable que muchas veces importemos a nuestra vida la idea de que el amor tiene fecha de expiración. Y encima nos creamos con el derecho de ponérsela. ¿Qué tal si Dios decidiera hacer lo mismo con nosotros? No sé en tu caso pero te garantizo que en el mío hace ya mucho rato que él hubiera dejado de amarme porque le he dado motivos de sobra. Sin embargo, Dios me ama con un amor que no perece. ¡Al contrario! Me ama con un amor que prospera, que cada día se renueva, que es inagotable. En la NTV esa frase, amor inagotable, se repite 121 veces. Dios quiere que lo tengamos presente: su amor no expira, no se acaba.

Entonces, si ya sabemos que tenemos que amar como él, y si un día tú y yo prometimos que amaríamos a nuestro cónyuge hasta que la muerte nos separe o el Señor Jesús venga, no tenemos alternativa. Estamos llamadas a amar así, porque así nos ama Dios.

Las luchas llegan, los conflictos aparecen, las crisis económicas surgen, la salud se deteriora, la belleza se evapora y la vejez nos alcanza por mucho que tratemos de evadirla. Todo es parte de la vida en este lado de la eternidad. Pero, tal y como nos recuerda 1 Corintios 13:8, cuando todo termine, cuando todo acabe, el amor prevalecerá.

Y ¿sabes?, es justo el amor lo único que nos puede mantener unidas a esta otra persona. Si la relación se basa en lo que podamos obtener, en lo que él nos pueda ofrecer, en la comodidad, o si quiera en su atractivo físico, poco a poco esa relación se morirá. Pero el amor verdadero prevalece, se arraiga cada vez más, lucha y al final, triunfa.

Eso sí, tenlo claro: tenemos que hacer nuestra parte para que la llama se mantenga ardiendo. Si alguna vez has acampado seguro sabes que cuando se hace una fogata, hay que atizar el fuego y de vez en cuando añadir leños para que se mantenga fuerte y caliente. Así mismo es la llama del amor. Necesita que la avivemos, la cuidemos. Tenemos que trabajar de manera consciente y determinada en nuestra relación. Pedirle al Señor que nos muestre dónde mejorar, qué cambiar, dónde rendirnos.

Dios es activo en su amor. Trabaja en nuestras vidas constantemente e hizo lo más importante: nos dio a Jesús. Tú y yo tenemos ese mismo modelo y tenemos que seguirlo.

Amiga lectora, sé que la vida no siempre es lo que soñamos, quizá has vivido la experiencia de un amor terminado y sufres. Déjame decirte algo: Dios es un Dios de nuevas oportunidades. No tiene límites. Y sí, tú puedes empezar otra vez y experimentar una relación como él lo diseñó. Deja que él te guíe, te enseñe y cumpla su propósito en ti mientras tú aprendes a amar a su manera.

Este mundo necesita mucho del amor, tal y como lo leí el otro día mientras caminaba por el aeropuerto de mi ciudad. Sí, necesitamos amor, pero amor como Dios lo diseñó, porque ese es el único amor verdadero.

¡Dios te ama y quiere que vivas en su amor!

Bendiciones

Te invito a visitarme en www.wendybello.com donde este mes tenemos la serie “Amor, con diseño divino”.

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Originally published Wednesday, 25 February 2015.

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